La transformación digital está revolucionando diversos sectores, y el sistema judicial en Argentina no es la excepción. En los últimos años, los tribunales han comenzado a adoptar tecnologías innovadoras que no solo optimizan los procesos legales, sino que también acercan la justicia a la población.

Un ejemplo clave es la digitalización de expedientes, que permite a los abogados y jueces acceder a la información en tiempo real, sin depender del papel. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también reduce costos operativos y minimiza el impacto ambiental.

Además, herramientas como las notificaciones electrónicas han agilizado la comunicación entre las partes. Antes, una notificación podía tardar días o semanas en llegar; ahora, es cuestión de segundos. Este avance es especialmente relevante en juicios laborales y civiles, donde la rapidez puede marcar la diferencia.

Sin embargo, esta transición no ha estado exenta de desafíos. Muchos tribunales todavía enfrentan problemas de conectividad y formación del personal para utilizar estas herramientas eficientemente. A pesar de estos obstáculos, los resultados son prometedores y marcan un camino hacia un sistema más accesible y moderno.

Otro aspecto destacado es el uso de audiencias virtuales, especialmente impulsadas durante la pandemia del COVID-19. Estas permitieron la continuidad de los juicios sin comprometer la seguridad sanitaria, estableciendo un precedente para el futuro.

En conclusión, la tecnología no solo está modernizando el sistema judicial argentino, sino que también está demostrando ser una herramienta clave para democratizar el acceso a la justicia.