En 2018 Federico compró dos equipos de aire acondicionado por medio de un portal de compras electrónicas de un supermercado muy conocido, con la idea de poder utilizarlos en el verano.
Luego de la compra, y pasados diez días que la empresa tardaría en entregarle los equipos de aire acondicionado, estos no llegaron. Ante los correspondientes reclamos por vía telefónica y correo electrónico la empresa tampoco cumplía en contestar, motivo por el cual Federico decidió presentar su reclamo en el servicio de defensa del consumidor.
Después de varias audiencias a las que la empresa tampoco se presentó, la poca claridad del proceso y el tiempo entre una y otra audiencia, Federico decidió consultar y buscar la forma de iniciar un reclamo judicial, ya que el incumplimiento de la empresa y las deficiencias del servicio de defensa del consumidor alejaban cada vez más la posibilidad de una solución al problema.
Por eso, inició un reclamo ante la justicia comercial, donde solicitó una indemnización que compensara lo que habia pagado por los equipos que nunca le entregaron, un interés por ese dinero con el que no pudo contar durante casi dos años y una suma extra por "daño punitivo" para compensar las pérdidas de tiempo y contratiempos que tuvo que vivir por culpa de la ineficiencia del supermercado.
Luego del correspondiente trámite judicial, el juzgado hizo lugar a la demanda y con fundamento en el código civil y las normas de la ley de defensa del consumidor, le otorgó una indemnización para compensar el dinero perdido, los intereses y los daños ocasionados por el incumplimiento.